La gallina degollada. Contada por mi voz.
Ahí estaban los cuatro idiotas hijos del matrimonio Mazzini, esperando a que el sol bajara y observándolo como si fuera comida. Estúpidos e incoherentes estaban ahí siempre, en su banco, los cuatro hermanos sin mas que colgando sus piernas, baboseando y esperando a que pasara un día.
El lugar no era desagradable, quedaba cerca de el banco y de los principales locales del pueblo, todo era para ellos indiferente, pues solo se quedaban esperando el nada. El mayor tenía 12 y el menor tenía 8.
En sus ojos se le notaba la falta de amor maternal que tenían pero no era de negarlo, se hacia difícil tener cuatro hijos totalmente estúpidos.
Pero esto siempre no fue así, el matrimonio decidió en sus primeros tres meses de relación, crear la mas bella criatura que sus dos cuerpos pudiesen crear. El niño fue normal hasta el treceavo mes de nacido, y su doctor lo revisó para darse cuenta de que la motricidad era normal pero que su mente seguiría igual de estúpida, cuestión dura de aceptar para dos padres nuevos. Echándole la culpa a la herencia de su abuela.
Nació el segundo pero a los 18 meses las convulsiones seguían para volverse en otro idiota, los padres desesperados ya no pedían belleza como en el primero ahora pedían que su hijo fuera consiente.
Se vinieron mellizos y la historia se repitió, los padres lo aceptaron.
Aprendieron a caminar pero con babosadas y se chocaban mucho, solo se animaban con rayos y colores brillantes, adquirieron una facultad imitativa, pero la realidad es que no pudieron seguían siendo babosos.
Las peleas constantes de sus padres llevaron a que nunca aceptaran de quien eran los hijos, se echaban la culpa uno a el otro por el desorden de sus hijos.
Pero las ganas de poder tener un hijo normal los llevaron a tener una niña, durante los dos primeros años siempre esperaron otro desastre como los anteriores, pero no al nacer Bertita por ser normal su madre se olvido casi por completo de los otros hijos, la sirvienta los arreglaba, pero casi nunca los bañaba, pues sus padres los recordaban como lo mas horrendo y horrible que el otro le había obligado a tener.
Pasados los primeros cuatro años de la niña y debido a las atenciones o malacrianzas de sus padres había enfermado, y nuevamente por el temor a tener una idiota se siguieron echando la culpa. Pero ellos gracias a el recupera miento de la niña se recuperaron.
Al otro día la mamá escupió sangre, mientras su esposo la abrazaba y lloraba, ordenaron a la sirvienta degollar una gallina para el almuerzo, mientras los idiotas miraban totalmente la operación, Berta prohibió que ellos vieran eso, y esa imagen estuvo en su mente mucho tiempo.
El matrimonio quiso salir y la sirvienta a hacer mandados, cuando llegaron la niña salió corriendo hacia la casa sin su madre, mientras los idiotas seguían como siempre en su banco, la cogieron de las piernas mientras ella gritaba.
La cogieron por el cuello y por los pies como aquella mañana llevaron a la gallina para degollarla, la descuartizaron pedazo a pedazo como la sirvienta lo había echo. Los padres simplemente se ahogaron en el suspiro cuando la vieron.
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