domingo, 13 de septiembre de 2009

Tercera parte: Problemas del arte y el oficio de narrar.

Tercera parte: Problemas del arte y el oficio de narrar.
Capítulos:
8. Una poética de la narración.
9. La significación, la intensidad y la tensión.
10. Los modos de contar.

El tiempo a cambiado, los estilos y comportamientos habituales no han sido extraídos de este cambio acelerado.
El ser humano a pesar de ésta situación siempre ha tenido la necesidad de contar lo que le sucede, pero han surgido nuevos estilos narrativos, que no dejan de lado las tragedias y poemas de la antigua Grecia, pero que son diferentes en la intensión narrativa, su lenguaje y la estructura.
“La poética” de Aristóteles evidencia esas primeras estructuras narrativas como los poemas épicos, tragedias, dramas, comedias, novelas. Pero en comparación a la actualidad, esos estilos narrativos cambian, y ahora el periodista, el encargado de contar, no debe de dejar de lado esas antiguas estructuras orales en sus relatos.
Toda narración sin importar el índole o el tiempo han centrado su interés en ser una representación de la vida, con actores como en la antigüedad que ya han sido remplazados por la narración. Esto se ve reflejado desde Aristóteles, pasando por Horacio, Edgar Allan Poe, periodistas actuales del siglo XX y se relacionan cuando encuentran el mismo problema, “convertir la realidad en palabras”, por ésta razón existen tantos estilos narrativos como personas hay en el mundo.
La historia no cambia en la estructura simplemente en el modo en el que se cuenta, esto puede ser explicado según Juan José Hoyos cuando explica que todo relato se compone de personajes, situaciones y acciones. La complicación se vuelve pues un factor común indispensable para el desarrollo de la historia, que incorpora a su vez la tensión o el suspenso y que todo termina con la resolución de aquella complicación. Esto en todos los estilos de narrar.
Se define esa estructura como un cuerpo compuesto de partes organizadas una detrás de la otra, según Aristóteles en tres partes fundamentales: Prólogo: Planteamiento de la historia; Episodio: Nudo de la historia o clímax; Éxodo: cuando el coro se retiraba y esto equivalía a la finalización de la historia
Para basar a Edgar Allan Poe en sus escritos estuvo de base: El triángulo de Freitag es la fiel representación de lo dicho por Aristóteles donde una línea AB se unen para formar el inicio, una BC para resultar la complicación, CD para formar el desenlace.
Dos ejemplos claros del cambio radical de las estructuras de las formulas establecidas son Anton Chèjov y James Joyce, pues dan una sutil intensidad al clima y daba historias sencillas, dejando el triangulo para convertirse en una línea quebrada.
Este clímax del que se habla en cualquiera de las dos estructuras, es clave, pues es ahí donde los personajes dan un giro a la narración, y la historia cambia totalmente.
Juan José hoyos en su explicación a fondo nos trae a acotación personajes como Gustave Flaubert , Walter Scott y Alice Adams , para explicarnos en una forma muy resumida según Henry James que “El relato es un todo”.
En esa historia que forma un todo tiene que haber una significación, intensidad y la tensión para que ésta pueda ser un todo, según Edgar Allan Poe los cuentos deben ser planeados según el efecto dramático que se espera en el lector.
Para explicar mas a fondo Juan José Hoyos menciona a un escritor moderno como Julio Cortázar explicando que él introdujo a la intensidad y a la tensión el concepto de significación; esta tiene que ver con la relación entre el autor y el tema, los dos anteriores con la forma de tratar la historia y con la afrontarían correcta o incorrecta que plantea el ejercicio de narrar. Para él toda historia bien contada debe estar basada en un tema que tenga significación, éste surge en un encuentro mágico y feliz.
En una mención extensa que se hace en el mismo libro sobre Martín Luis Guzmán y Jon Reed se explica detalladamente como estas tres palabras se hacen fundamentales en diferentes contextos. Guzmán logra en sus escritos sobre revolución mexicana que sus lectores sientan los mismos sentimientos que él siente.
Todo lo mencionado anteriormente surgió en la antigüedad, pues desde allí se estudian ya estás cuestiones, que son fundamentales para el normal desarrollo de la sociedad.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Segunda Parte: La inmersión

El siguiente será una descripción superflua del contenido de la segunda parte de “Escribiendo historias El arte y el oficio de narrar en el periodismo. “ De Juan José Hoyos.

4. Los temas.
El siguiente será una descripción superflua de el contenido de el capìtulo.
El reportero se convierte pues en el recetario de lo que se debe o no convertir en noticia, para convertirse en un selector de temas y acotaciones
Un ejemplo claro que muestra Juan José Hoyos es cuando cita a Danah pues él repetía la importancia de explicar que lo novedosos se convierte en noticia por el solo echo de ser novedoso, todo lo contrario a lo cotidiano. Explicando todo esto se basa pues en las características particulares de la noticia que vienen a ser 8 pero el autor da la importancia de señalar que verdaderamente a la hora de hacer periodismo narrativo la mayoría no son válidas, solo se hacen fundamentales; la curiosidad, el conflicto, el suspenso y la emoción.
Lo anterior se basa en que en esta clase de periodismo, el tema se escoge por sí solo, el sujeto o periodista no interviene en esta decisión.
Juan José Hoyos se hace puntual referenciando a algunos autores para resaltar lo importante y lo fundamental de narrar en los escritos; de lo contrario habrían pasado a la historia como una historia mas. Henrry Hames aclara que se hace imposible crear reglas sobre esta clase de escritos.

5. El trabajo de campo.
Explica Hoyos colocando en acotación a Marcel Proust en el momento en el cual se enfrenta a su salud por conseguir un detalle o un color para su manuscrito, para dar a entender que en el trabajo de campo es posible enfrentarse con los seres queridos, pero son estos pequeños detalles de los sentidos, que puede ser de ficción o no ficción pero que se hace necesario par un excelente recordación del campo.
El método etnográfico y antropológico se hace fundamental para un excelente trabajo de un novelista en lo referente a su trabajo de campo. Malinowski fue el primero en usar estos métodos cuando daba sus primeros apartados sobre las visitas a los nativos y sus expresiones folclóricas. Se hace necesario sumergirse para comprender la cultura y los entornos socioculturales.
Este trabajo se asimila en periodismo como un condicionado por la escritura, donde el narrador se convierte en actor e investigador de la obra, esto se le ha llamado “Experiencia viajera” que viene ya con inicios en el siglo XX y XIX.
Existen métodos para explicar o hacer ese tan anhelado trabajo de campo en forma satisfactoria, se usan los Diarios de campos, los ficheros o ordenes temáticos, grabadoras y las fotos. Estos tienen ciertos parecidos a los del reportaje, la entrevista etnográfica o la periodística.
Estos puntos mencionados también fallan cuando se intenta mantener un orden cronológico sin antes establecer una causalidad de los asuntos.
Para entender mucho mejor éste capítulo, el autor hace mención detallada de dos escritores: Remiche- Dolmatoff y Germán Castro Caicedo para explicar que el asentamiento real con el lenguaje, la comida y la arquitectura hacen de la experiencia campal una razón para quedarse en la memoria, gracias a los personajes puntuales.
De la anterior explicación, se hace normal entender que las historias se basan en percepciones humanas donde el ver, escuchar y buscar una voz para contar la historia se hacen esenciales.
Gay Talese también sirve de referente para contar su reflexión de la importancia de su niñez, sus chismes y su trabajo anterior en el contar de sus historias para hacer ahora un excelente trabajo de campo. Este personaje, también hace una reflexión sobre los nuevos medios que ofrece la tecnología para entrevistar como el teléfono y la grabadora, para dar acotaciones de que se hace posible, pero que resulta mucho mas satisfactorio realizar todo de frente, para poder observar esa parte humana de la entrevista.
Siguiendo esta dirección es Tom Wolfe quien nos da las comparaciones de experiencias respecto a lo que él llama un trabajo de preparación para que las personas muestren facetas.
A modo de conclusión en éste capítulo se puede afirmar que hay tantos estilos como personalidades. Y que en el trabajo de campo se hace necesario detenerse en el proceso porque si no ese exceso en acercarse se vuelve infinito.

6. Cuando la realidad desbarata los planes.
En el ejercicio periodístico nunca se sabe lo que va a suceder, por eso se debe estar preparado para cualquier inconveniente. Así lo cuenta el autor desde sus relatos de vida, enunciando situaciones como las de un secuestrado que no era noticia en comparación con otra y terminó siendo el boom del año.
Entre estas historias también recuerdan una situación inconfundible en la cual en Bahía Solano se entendió que lo importante no es estar en el momento de la noticia,(eso puede ser cambiante) pero en periodismo narrativo se hace fundamental, entender esos momentos como inspiradores para buenos escritos. En este oficio hay que aprovechar cualquier situación.

7. La lección de Copey
Esta enseñanza se basa en una lección inicial sobre que es el escribir para Jon Reed, el cual relata una historia de vida en la universidad de Harvard con su profesor llamado Copey
Este le explico la importancia de sumar el amor a la honestidad intelectual, por la limpieza del alma que debía tener todo periodista cuando se enfrenta a escribir. Todo esto aprendido no en la vida academicista, sino por el contrario en las charlas del devenir diario con el profesor.
Para él escribir significa pues descubrir las emociones y aprender a verterlas con claridad y belleza para el idioma.